Hasta siempre amigas
Retomamos el blog con una entrada muy especial dedicada a unas compañeras que desgraciadamente ya no están con nosotros, una entrada que hacía tiempo que tenía aparcada y con ganas de publicar pero cada vez que empezaba a escribir se me atragantaba y no era capaz de terminar. Lo intenté en varias ocasiones y comencé a escribir hace casi un año y nunca lo terminaba, ahora además de necesitarlo me decido a escribirlo y publicarlo, porque pienso que se lo merecen. Espero y deseo que entendáis las sensaciones encontradas en una sala de diálisis donde tenemos todos un mismo común.

Amistad:
La amistad si es verdadera es indescriptible y son sensaciones muy difíciles de expresar, y si se comparten mismos problemas de salud la amistad aún se hace más especial, se nota un «feeling» entre compañeros que compartimos los mismos problemas.
En una sala de diálisis nos encontramos a personas de diferente sexo, edad, ideología, raza, etc…, pero todos tenemos un mismo fin, todos necesitamos un tratamiento para poder simplemente vivir. Personas que seguramente no hubiera conocido si no tuviera este problema de salud, pero me alegro y me siento orgulloso de haberlas conocido. Siempre es bueno estar rodeado de personas que aporten cosas buenas.
Son muchas las horas al día y son muchos días a la semana, las que pasamos juntos, sentados y atados a una máquina compartiendo momentos, a veces buenos y a veces no tan buenos, y cuando hay noticias buenas en la unidad por la deseada y esperada llamada (trasplante) el ambiente que se respira en la sala es agradable. Es difícil de explicar la ausencia de un compañero por un trasplante, es una sensación buena, te alegras por no verlo sentado a tu lado. Pero por desgracia en la sala también la ausencia de un compañero no es solo por el trasplante.
En todos estos años en diálisis he conocido a grandes personas y que me han aportado muchas cosas y grandes valores. Entre esas personas se encuentran Luz y Patri, dos compañeras de batalla. Compañeras que por desgracia ya no están entre nosotros.
Vacaciones:
Hace ahora justo un año, después de un primer confinamiento pudimos salir a la calle y empezamos a tener movilidad, aprovechamos para irnos al sur y así visitar a la familia, dejando en unas condiciones no muy buenas a mi compañera y amiga Luz. Por culpa de esta maldita pandemia y los protocolos del COVID no pude ir a verla todo lo que quería, así que marchamos de vacaciones con más pena que gloria.
En vacaciones recibí la triste llamada, llamada que nunca quieres recibir. Es duro ver marchar a un amigo desde la distancia, y sin poderme despedir como hubiera querido. Lo más triste y curioso de todo esto es que la persona que me comunicó por teléfono este fatal desenlace era mi compañera Patri que meses después sufriría el mismo y desenlace. Pasamos como pudimos ese verano tan raro no solo por las limitaciones que teníamos por el COVID sino por las noticias que recibía desde Coruña. Nuestra compañera y amiga Patri estaba pasando malos momentos.
Cuando terminé las vacaciones, me incorporé en mi centro habitual y recibí la desgraciada noticia, nuestra compañera y amiga Patri nos dejaba. Fue un verano convulso, raro y muy diferente a lo que estamos acostumbrado disfrutar, comenzamos el verano con la triste llamada sobre Luz y terminamos el verano con la misma y desgraciada noticia. Así que tuvimos que apretar los dientes y continuar luchando.
Seguimos luchando:
Aunque son tristes y duros momentos lo que pasamos a veces en la unidad, no queda otra que apretar los dientes y seguir peleando por la vida. Orgulloso por pertenecer a esta gran familia, y aunque es muy duro asimilar los cambios que se tiene que hacer en tu vida para afrontar esta enfermedad, me siento dichoso ya que he conocido a gente con unos valores muy diferentes a los comunes y se merecen el mayor de mis respetos. La vida es demasiada corta y dura como para perder el tiempo en «gilipolleces» así que seguiré luchando y peleando para seguir adelante.

Sin más espero que este tipo de entrada tarde mucho en volver a escribir, así que un fuerte abrazo a mis compañeras estén donde estén, Os echaré de menos y me siento orgulloso y feliz de haberos conocido.
Espero que os haya gustado estas líneas y que haya servido de ayuda la información, así que disfruta de la vida luego dónala.
Saludos cordiales.