En esta nueva entrada al blog quería hablaros de las sillas vacías, sillas que por diferentes motivos se encuentran vacías y sin sábanas en la sala donde nos dializamos. Llegar cada día al hospital a nuestra rutina para una nueva sesión de diálisis y encontrarse con esas sillas vacías, suele ser normalmente un motivo de alegría, pero a veces sabemos que no es así. Son muchas las horas que pasamos al día con compañeros en cada sesión, son muchos los días con la misma rutina y son muchos los momentos que pasamos juntos con estas personas por un mismo propósito y con un mismo fin, todo eso mezclado hace que el vínculo en esta sala sea algo especial en el día a día entre nosotros.
Ya hablamos en anteriores entradas en el blog que en una misma sala nos encontramos con compañeros de diferente condición, sexo, edad, raza, pensamiento, etc…, pero todos venimos a lo mismo y eso hace especial cada momento que pasamos juntos. Sabemos que no conectamos todos por igual de la misma manera entre nosotros, nos pasa en la vida cotidiana, (trabajo, familia, amigos) pues aquí pasa lo mismo, pero pienso que aquí se magnifican las cosas tanto para lo bueno como para lo malo, y el sentimiento que nos recorre por el cuerpo y la alegría que se ve en el ambiente de la unidad cuando llegamos y vemos que falta algún compañero por la deseada y esperada llamada y vemos que hay sillas vacías, eso es bonito, difícil y complicado de expresar. Es algo muy curioso como nos alegramos por personas que realmente conoces por compartir unos momentos, personas que seguramente ni hubieras conocido en condiciones normales, y que ahora te alegras verlos trasplantados.
En los últimos días hemos recibo noticias buenas en la unidad de diálisis y llamadas a compañeros para trasplante, esperemos que esto no sea algo pasajero y que la racha siga en aumento por el bien de todos, y sobretodo que los compañeros trasplantados vayan bien, que es realmente lo importante. Desde aquí le mandamos saludos a todos, fuerza y pronta recuperación.

Pero todas las sillas vacías que nos encontramos a veces en la unidad por desgracia no son por el mismo motivo, a veces nos las encontramos más a menudo de lo que quisiéramos, pero ya sabemos a lo que estamos expuestos y tenemos que aceptar que aunque no nos guste es algo que va ligado con todo esto, es duro y muy triste pero debemos asumir y cuanto antes mucho mejor, así podremos llevar una vida más tranquila.
Hay ciertos temas de los que no me gusta escribir en el blog, porque creo que no es necesario y no estamos en el sitio más adecuado para hablarlo, creo que hay otras vías para ello, ni creo que sea la persona más oportuna para hacerlo, pero sería injusto no acordarse de las personas que ya no están con nosotros en la batalla diaria. Cada vez que entramos y vemos sillas vacías y no es por la deseada y esperada llamada sabemos por lo que es, y recorre un sentimiento por el cuerpo totalmente opuesto al que hablamos anteriormente cuando nos alegramos de las llamadas de los compañeros al trasplantes. Existen los típicos comentarios sobre la persona que falta, hay silencios prolongados en la sala y empezamos la sesión pensando en el compañero que no está. Es duro ver que falta gente a tu lado que hace simplemente unos días se estaba poniendo el pijama contigo en los vestuarios para entrar a dializarse o que charlabas tranquilamente del frío que hace estos días fuera, conversaciones que realmente que no son relevantes pero que al final en el trato diario y la convivencia hace ameno estos momentos que tenemos que pasar juntos tan duros, así que esta entrada al blog se la dedico a estos compañeros que ya no están con nosotros, que ya no forma parte de esta gran familia, abrazos y recuerdos para todos los que faltan.
Espero que os haya servido de ayuda la información, así que disfruta de la vida luego dónala.
Saludos cordiales.
Entiendo perfectamente todo lo que cuentas…Esa silla vacía hace 30 años fue la de mi madre , después le siguieron sus dos hermanos, mis tíos. Una estirpe de guerreros que pelearon con uñas y dientes hasta el final, Nunca perdieron la esperanza y para mi han sido un ejemplo en la vida.
Mucha fuerza
Gracias Isabel por tus palabras y un fuerte abrazo para vosotros, saludos…
Escenarios de la vida magnificada; donde todo es más alegre en la alegría, y profundamente más triste en la tristeza.
Os deseo mucha fortaleza y ánimo para vuestras horas bajas.
Conmovedora entrada. Gracias.
Hola Ana, gracias por tus palabras…, un fuerte abrazo
Gracias por compartir
Gracias a ti por seguirnos
Las veces que me ha pasado, mientras te pesas etc…piensas que le hayan llamado, que le hayan llamado.
Gracias y saludos.
Una reflexión muy interesante. No siempre las sillas vacías son por un buen motivo… Así es la vida, a veces dura. Un s saludo.