Retomamos el blog con una entrada que tenía ganas de preparar, pero por diferentes motivos no me decidía y no me atrevía a escribir. Uno de los motivos por no haberla publicado antes es porque pienso que no es el sitio más adecuado para hacerlo y la línea editorial que llevamos en este blog es totalmente diferente. En este blog intentamos escribir y contar historias motivadoras, también intentamos ayudar en todo lo posible a nuestros compañeros y familiares de esta gran familia que son los pacientes renales, realizamos entrevistas que pensamos que son interesantes para los pacientes, entrevistas tanto a profesionales sanitarios como a pacientes, y procuramos facilitar de alguna manera la vida al paciente renal. Pero la dejadez y desidia de ciertas personas y ciertos asuntos junto con las quejas de muchos compañeros de diálisis tanto de la unidad a la que pertenezco como a la de otros centros de diálisis me siento con la obligación y la necesidad de escribir este post, ya que se deben de aprovechar ciertos altavoces, y desde aquí algo podremos hacer y ayudar para mejorar ciertas cosas.

Aclarar, que ya se han realizado diferentes quejas y reuniones, tanto con los responsables de la unidad, jefes de servicio e incluso nos reunimos con la gerencia del centro hospitalario al que pertenezco, C.H.U.A.C. (Complejo Hospitalario Universitario A Coruña), como con la gerencia de la empresa adjudicadora que lleva el transporte colectivo a nuestro centro, y no dan solución alguna. Decir que estas quejas se hicieron tanto por escrito como presenciales, pero el resultado siempre fue el mismo. Quería comentarlo porque no es la primera vez que suceden estas reclamaciones. Siempre tienen la puerta abierta para escucharnos pero NUNCA se hace nada.
Existen diversas carencias en el transporte de los pacientes a los centros hospitalarios. El servicio de transporte colectivo (ambulancias) como ellos denominan es bastante precario. Cuando un paciente requiere de este servicio es porque lo necesita, ya no solo por la tranquilidad que se siente sino también por la seguridad, ya que desplazarse al domicilio después de un tratamiento no es cómodo. Salimos agotados, con tensiones bajas y tener que desplazarse en tus propios medios es bastante peligroso, ya que conducir después de un tratamiento de diálisis no es aconsejable ni recomendable. Comentaros que hay compañeros que por edad o por diferentes complicaciones de salud, no tiene la oportunidad de escoger su medio de transporte y se sienten obligados a utilizar el servicio de transporte colectivo.
Otras de las carencias y problemas que padecen los pacientes que utilizan el transporte colectivo son los retrasos que existen tanto a la llegada a los centros hospitalarios como a la salida, hay casos aberrantes y denunciables, en numerosas ocasiones los pacientes después de estar 4 o 5 horas de tratamiento tienen que esperar 1, 2 o incluso a veces 3 horas sentados en sillas. Además de llegar tarde vienen con ciertas maneras, modales y prisas que no son los más correctos, ni adecuados para un paciente recién terminada su sesión. No es algo que me hayan contado, simplemente lo veo casi a diario. Pacientes de edad avanzada, que no son autónomos y necesitan de la ayuda para su movilidad, pasan horas sentados en sillas de ruedas en medio de pasillos, haga frío, haga calor o estén agotados después de un tratamiento, sinceramente la humanidad carece por su ausencia. También se dan casos que los recogen con demasiada antelación en sus domicilios y llegan con bastante tiempo y tienen que esperar en sillas para entrar, algunos pacientes ya llegan agotados al tratamiento. La distancia en kilómetros no debería de ser un problema si las cosas se hicieran correctamente.

No todos los pacientes viven cerca de su centro hospitalario y muchos de ellos están a ciertos kilómetros, el desplazamiento ya de por si es incómodo pero si además le sumamos el mal servicio, la desesperación aumenta entre los pacientes. Existen casos vergonzosos y sabemos de pacientes que salen de sus domicilios en transporte colectivo para dializarse a primera hora de la mañana (en algunos casos de madrugada), se dializan y regresan a sus domicilio por la tarde. El día del tratamiento estos pacientes se echan casi todo el día fuera de casa, no es solo por los kilómetros de distancia, sino también por la ruta que tienen que hacer para recoger a sus compañeros, en muchas ocasiones pasan más de 10 horas desde que salen de sus domicilios hasta que regresan.

¿Es necesario que los pacientes sufran estas adversidades? ¿No es suficiente con lo que ya padecen? ¿Quién o quiénes son los responsables de esta situación? ¿Qué tipos de intereses existen para estar así?
Estas son algunas de las preguntas que nos hacemos diariamente en la unidad entre los compañeros, que tendrían fácil solución pero que NADIE toma cartas en el asunto. Puedo entender que en momentos de crisis existan ciertos recortes pero hay cosas que no se pueden permitir, ni tolerar. No pedimos cosas imposibles, ni extraordinarias, pero si que pedimos que nos traten con dignidad y respeto, somos PERSONAS. Pacientes con una patología que necesitamos un tratamiento para poder vivir diariamente, no somos ganado en un medio de transporte que se dirige al matadero. Hoy en día con la sensibilidad que existe con ciertos temas el transporte de animales está casi más controlado y vigilado que nosotros.
Es muy triste esta situación y que por pedir unos derechos te tachen de paciente conflictivo, como ya he escuchado en varias ocasiones. Da la sensación que quieren pacientes que estén calladitos, sumisos y que no den quejas ni exijan sus derechos, pero aquí estaremos para ayudar en todo lo posible y mejorar las condiciones en las que estamos.
Decir que me encantaría poder ir a diálisis en ambulancia, pero es inviable con este servicio, ya que desespera tal dejadez tanto por las administraciones como por la empresa adjudicadora, sería una tranquilidad, comodidad y una seguridad poder ir a diálisis en transporte colectivo.
Deseo y espero que esta tema no quede en el olvido y que sirva para algo, decir que esto no es un caso aislado con un paciente ni con un centro, sino que por desgracia sucede con bastante frecuencia y en todo el territorio según nos comentan.
Espero que os haya gustado estas líneas y que haya servido de ayuda la información, así que disfruta de la vida luego dónala.
Saludos cordiales.
Hai que pelexar porque ós profesionais da sanidade pública lle proporcionen os medios para poder levar a cabo as súas funcións. Deixando de invertir en Sanidade Pública para favorecer que a xente se decante pola Privada non é o camiño
Todo o meu apoio Keko.
Moi certo .
Mucho ánimo. Ojalá nuestro mínimo apoyo se haga grande y llegué a orejas funcionales.
Totalmente de acuerdo, es vergonzoso, le ocurre lo mismo a pacientes de quimioterapia, y encima, aguantar de que humor estén los paisanos.